La historia de Enerlink se remonta a 2017, cuando el actual CEO y cofundador, Sebastián Luque, vislumbró una gran oportunidad en el sector energético mientras residía en San Francisco tras culminar un máster en el MIT. Junto a sus socios, José Ignacio Dussaillant y Alberto Cárdenas, decidieron adentrarse en un nicho poco explotado: la tecnología para gestionar y optimizar la carga de autos eléctricos. Lo que inició como una idea innovadora se ha transformado en una plataforma robusta que compite con actores consolidados, aprovechando la tendencia global hacia la electromovilidad.
Inicialmente autofinanciada y fortalecida con fondos de CORFO, la emprendimiento ha atraído inversiones de reconocidos actores del venture capital, incluyendo Kayyak Ventures, VX Ventures, Inder y el inversionista Carlos Marinetti. Gracias a este respaldo, Enerlink ha logrado expandirse a seis países de Latinoamérica –Chile, México, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay–, y planea incursionar próximamente en Brasil y Costa Rica. Su oferta se centra en un modelo SaaS que sirve tanto a operadores de flotas como a empresas de energía y centros comerciales, permitiendo reducir costos, cuidar la integridad de las baterías y brindar un servicio de carga controlado y eficiente.
Con la vista puesta en el futuro, la empresa pretende multiplicar por veinte su alcance en los próximos cinco años, alcanzando alrededor de 60,000 puntos de carga. Luque destaca que el éxito de Enerlink radica en la capacidad de anticiparse a las demandas de un sector en constante evolución y en la toma de decisiones estratégicas fundamentadas en el pensamiento crítico y la colaboración. En un entorno con competencia tanto local, como con propuestas de empresas europeas, la calidad del software y el servicio cercano han consolidado la preferencia de sus clientes. Enerlink apuesta por transformar el sistema de transporte y energía mediante un ecosistema inteligente, promoviendo la adopción masiva de la electromovilidad en la región.
Autor: Jorge Rojas
